Page 142 - Lecturas sobre lecturas
P. 142

142
les había parecido, según de- cían, “una poesía”. De pronto una bibliotecaria que también integraba el grupo irrumpe e imprimiéndole un tono tangue- ro casi afectado lee el poema en voz alta para toda la clase; las representaciones cambian, las condiciones de recepción y legi- bilidad se modifican y ahora el texto de Gelman podía ser leído por todos. La situación plantea- da parece obvia y sin embargo arroja una cantidad de luz sobre el problema de la relación con la literatura. Y este orden de la voz, que es democratizador, pues aún los analfabetos pueden partici- par del horizonte de la cultura
escrita, aparece como un aspecto sesgado a medida que los niños avanzan en la escolarización. Un profesor de secundaria dudaría mucho antes de ponerse a leer un texto frente a sus alumnos adoles- centes, sospecharía de que se trata de una actividad en la que se pier- de el tiempo, temería al ridículo, estaría pendiente de las burlas po- sibles, en fin, evitaría hacerlo y se inclinaría por una clase de lectura silenciosa para luego comentar más técnicamente el texto.
Una concepción rígida que ha divido tajantemente oralidad de escritura ha dispuesto una suerte de respeto sagrado al texto escri- to por el cual su oralización en una situación de socialización o en una situación pedagógica es- pecífica se consideraría como un


































































































   140   141   142   143   144