Page 107 - Lecturas sobre lecturas

sus acicates retóricos parecían
cambiar el clima de las aulas
después de años de dictadura.
Uno podría afirmar que es en este escenario de democratiza- ción cuando se dan las condicio- nes para un reconocimiento de la autonomía de la literatura como práctica de lectura y escritura en el currículo escolar y como prác- tica cultural que se diferenciará de leer una lección en un libro de texto, un periódico o un tex-
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to instructivo. Es el momento en que empieza hablarse de “placer de la lectura”, de la recuperación de la lectura en voz alta –sobre todo en la primaria-, y de muchas otras válvulas de escape de corte activista con las que se ensaya- ban caminos diversos para que la literatura se convirtiera en un tipo de texto, en una lectura y mejor aún, en una experiencia, posible de entrar en la vida de docentes y chicos.
No sé muy bien qué pasó des- pués, ya entrando en los ’90, pero creo que existió una guerra sorda de paradigmas, un triunfo silencioso pero eficaz de una po- sición que desde argumentos tan disímiles como la importancia de la alfabetización emergente –los chicos tenían una experien- cia con la lengua escrita en su socialización y esto había que reconocerlo- o la formación de un ciudadano crítico –que tenía que conocer las característica de los textos de la prensa escrita o saber preparar un currículo vi- tae- (una posición, decía, que) insistió en la importancia de en- señar los textos de uso cotidia- no, desplazó a la literatura como