Page 133 - Lecturas sobre lecturas
P. 133

133
XVIII o principios del XIX y que más allá de su naturaliza- ción, por su parte, la lectura compartida y en voz alta pare- ce cumplir una función social y acaso pedagógica diferenciada e innegable. En cada cultura la narración oral ha asumido o asume una forma y una fun- ción diferenciada y conocer esto nos permite abrir nuestro propia perspectiva, relativizar y poner en suspenso conviccio- nes, creencias arraigadas en nuestra propia cultura y que re-
sulta oportuno cada vez volver a revisar. Sabemos también, gracias a alguna de estas refe- rencias, que la oralidad lejos de ser la contracara poco evo- lucionada de nuestra relación con la cultura escrita es uno de los modos en que construimos puentes con ella y que la propia producción escrita está acosada por esa oralidad presente en la propia producción. Si no, lea- mos a Julio Cortázar, Manuel Puig o Graciela Cabal.
El tema de la narración oral y la lectura en voz alta constituye una preocupación tanto desde el punto de vista de un conoci- miento histórico de los modos de leer, como en las experien- cias concretas de lo que llama- mos hoy “promoción de la lec- tura”, como así también en las tareas de enseñanza escolar, en la formación de docentes y de un modo más general, en toda práctica de mediación entre


































































































   131   132   133   134   135