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La diversión no es cuestión de dinero

Se suele hablar de dos clases de ocio complementarios entre sí: el ocio de diversión y el ocio de satisfacción. El primero está en gran parte, en manos de la industria del ocio y está asociado a la práctica consumista. Es un mercado que gobierna los parques de diversión, los restaurantes, las salas de cine donde se proyectan las películas de estreno, etc.

• No está mal que disfrutemos de todo lo que nos ofrecen las compañías dedicadas a este negocio, sin embargo, no podemos permitir que controlen nuestras vidas y las de nuestros hijos. En cambio, podemos incluirlos en nuestro plan, al lado de nuestras decisiones de ocio de satisfacción. Este comprende un conjunto de actividades, que quizás sean más exigentes, pero nos producen mayores satisfacciones y gozo que el ocio consumista porque verdaderamente favorecen nuestras habilidades cognitivas, motrices, creativas y sociales.

El ocio de satisfacción incluye la realización de actividades como:

Ir a una excursión
Disfrutar juegos de mesa
Practicar un deporte
Escuchar música o ir a un concierto gratuito
Cantar (karaoke), improvisar una orquesta o un coro de voces aunque no seamos cantante ni músicos
Una tertulia o fiesta familiar con un programa (así sea improvisado) de actividades para divertirse pero también para fortalecer lazos.