Es deber de los padres estar enterados de lo que van a hacer o lo que hacen sus hijos, aún más, en su tiempo libre.
• Si nuestros niños son pequeños, no tenemos ninguna excusa para dejarlos solos en ningún lugar ni en ningún momento, aunque sean vacaciones. Debemos ser muy cuidadosos. Hay niños que pasan su tiempo libre encerrados en su cuarto con los videojuegos o la Internet, o jugando con los hijos de un vecino sin ninguna supervisión. Hoy en día se nos advierte con frecuencia que, en ambos casos, nuestros hijos corren peligros serios:
-pueden volverse adictos a los juegos
-ser víctimas de delitos informáticos como el sexting o el ciberacoso,
-aprender malos hábitos
-sufrir o producir accidentes con sus amigos por falta de experiencia e inmadurez.
• Es usual que durante su tiempo libre, los más grandecitos o los adolescentes se encuentren lejos de sus padres y esto significa que, al estar por su cuenta, pueden verse tentados a ignorar los límites y las normas. Desde luego, esto representa una amenaza para los muchachos que, por estar expuestos a influencias negativas, pueden caer en prácticas peligrosas como:
-consumo de licor o drogas alucinógenas
-adicción al juego o a la pornografía
-promiscuidad sexual
-actividades ilícitas (bullying, robo, tráfico de drogas, apuestas ilegales, etc.)
-ser víctimas de delitos informáticos (sexting, pornografía, prostitución infantil, entre otros) o exponer a su familia por el mismo medio (estafas, chantajes, pérdida de la privacidad, amenazas)